7 de octubre de 2013

El Club Antonio Pereira se estrena con El camino, de Miguel Delibes

El camino

En El camino se nos cuenta la última noche de Daniel el Mochuelo en su pueblo antes de marchar a la ciudad para estudiar. Desvelado y nervioso, mientras da vueltas en su cama va rememorando diferentes episodios de su vida en su hogar y las personas que lo habitan: los amigos con los que ha compartido correrías, los vecinos a los que conoce mejor o peor, sus padres… A través de recuerdos fragmentados, pero enlazados en una historia común, iremos siendo testigos del amor de unas gentes por su territorio y de los hechos cotidianos que hacen de su día a día algo tan extraordinario como usual. Travesuras, amoríos, traiciones, peleas, muertes, envidias, problemas… todo lo que nos acontece como seres humanos, todo aquello a lo que en un momento u otro de nuestras vidas estamos expuestos, se da en ese microcosmos maravilloso que es el pueblo del Mochuelo.
Aunque la narración sea la de un niño, sus reflexiones desde la inocencia están cargadas de verdad, de una capacidad de profundización en lo esencial que lo distingue de los adultos; percibe cosas que los demás pasan por alto, o dan por sentadas, y trata de definirlas desde su práctica óptica.  Más allá de la clásica distinción entre lo rural y lo urbano, o de las quiméricas condiciones de vida en el campo, lo que se expone en la novela es la necesidad de ser fieles a nosotros mismos.
Miguel Delibes
(Valladolid, 17 de octubre de 1920 - Valladolid, 12 de marzo de 2010).  Doctor en Derecho y catedrático de Historia del Comercio; periodista y, durante años, director del diario El Norte de Castilla.

Su sostenida labor como novelista se inicia dentro de una concepción tradicional con La sombra del ciprés es alargada, que obtiene el Premio Nadal en 1948.
Publica posteriormente Aún es de día (1949), El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962), entre otras obras. En 1966 publica Cinco horas con Mario y en 1975 Las guerras de nuestros antepasados; ambas son adaptadas al teatro en 1979 y 1990, respectivamente. Los santos inocentes ve la luz en 1981 (y es posteriormente llevada al cine por Mario Camus); más adelante publica Señora de rojo sobre fondo gris (1991) y Coto de caza (1992), entre otras.

Su producción revela una clara fidelidad a su entorno, a Valladolid y al campo castellano, y entraña la observación directa de tipos y situaciones desde la óptica de un católico liberal. La visión crítica -que aumenta progresivamente a medida que avanza su carrera- alude sobre todo a los excesos y violencias de la vida urbana.

Entre los motivos de su obra destaca la perspectiva irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia (por ejemplo en El príncipe destronado, de 1973) y la representación de los hábitos y el habla propia del mundo rural, muchos de cuyos términos y expresiones recupera para la literatura. 

Delibes es también autor de los cuentos de La mortaja (1970), de la novela corta El tesoro (1985) y de textos autobiográficos como Un año de mi vida (1972). En 1998 publica El hereje, una de sus obras más importantes de los últimos tiempos.

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