14 de enero de 2014

Las voces bajas

Las voces bajas

Las voces bajas es la novela de la vida. Son las voces de los niños, las mujeres que hablan solas, los emigrantes, los muertos, los animales... Las voces de los que no quieren dominar y se alimentan de palabras y cuentos.

Desde la primera página, late algo singular en Las voces bajas. Escrita al modo de una autobiografía, todo parece verdad y todo, imaginación. Es el efecto de una novela de la memoria encendida. El libro arranca en una geografía real donde la mirada de la infancia va descubriendo, con una mezcla de miedo, estupor y maravilla, lo que de extraordinario hay en la existencia de la gente corriente.

Con el hilo conductor de María, la hermana mayor, magnética, la muchacha anarquista que siempre abría camino, esta novela es una construcción de humor y dolor, donde las palabras pelean y se abrazan con la vida. Al leer esta obra, un ojo llora y otro ríe. En Las voces bajas, el amor y la ironía sostienen a pulso el retablo humano. 

Manuel Rivas

Manuel Rivas Barrós nació en La Coruña, 24 de octubre de 1957. Comenzó a trabajar como periodista muy joven, a los 15 años, escribiendo para el diario El Ideal Gallego. Terminada la secundaria, se trasladó a Madrid, donde estudió Ciencias de la Información. Es columnista habitual en el diario El País.

En la literatura se inició como poeta, en los años setenta: fue cofundador del grupo Loia y en la revista homónima publicó sus primeros versos. Ha publicado varios poemarios y las antologías El pueblo de la noche y El pueblo de la noche y mohicania revisitada. En la narrativa comenzó con cuentos, y obtuvo su primer triunfo con el volumen Un millón de vacas (1989), que ganó el Premio de la Crítica de narrativa gallega. Con la recopilación ¿Qué me quieres, amor? se llevó en 1996 los premios Nacional de Narrativa y Torrente Ballester. Este libro incluye el relato La lengua de las mariposas, en el que se basó José Luis Cuerda para rodar la película homónima.

Además de cuentos, ha escrito varias novelas y obtenido éxito tanto entre lectores como la crítica. Así, El lápiz del carpintero (1998) ganó una serie de premios entre los que destaca el de la Crítica. Esta obra fue llevada al cine por Antón Reixa. Después ha publicado los relatos de As chamadas perdidas (Las llamadas perdidas) en 2002 (premio de la Crítica), y de Contos de Nadal (2003); así como Nosotros dos, de ese mismo año.

Todo é silencio (Todo es silencio), 2010, fue finalista al premio Hammett como novela negra policiaca y ha sido adaptada al cine en una película estrenada en 2012 y dirigida por José Luis Cuerda. En 2009 fue elegido miembro de la Real Academia Gallega y en octubre de 2011 distinguido con el título de doctor honoris causa por la Universidad de La Coruña, e investido el 23 de marzo de 2012. Ese año publicó As voces baixas (Las voces bajas), donde se zambulle en su infancia, como testigo de la supervivencia familiar durante el franquismo y de las "voces de la intrahistoria". 

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