3 de octubre de 2014

La hoja roja

La hoja roja

La hoja roja es esa llamada prudente que recuerda al fumador el próximo fin de su librillo de papel. Para don Eloy la jubilación ha sido la hoja roja. Le ha llegado el momento de contar con avaricia las hojas que le restan en el librillo de la vida. 

Don Eloy perdió a su mujer y a sus hijos —uno muerto y el otro ausente, más lejano por el corazón que por la distancia— y se fueron también los amigos íntimos... Tan sólo cuenta con la Desi, una muchacha de veinte años que se ocupa de las tareas domésticas y cuya mayor ilusión es casarse con un mozo de su pueblo de sangre caliente, llamado el Picaza. El hondo dramatismo que parece conformar a estos personajes y su entrañable desamparo podría hacer pensar en una novela triste. 

Sin embargo, el humor y la frescura con que Delibes nos acerca al cotidiano devenir del viejo y de su criadita analfabeta hacen de La hoja roja una de las obras más irónicas y divertidas de su autor. Admirablemente escrita y construida, La hoja roja es una novela emocionante, humanísima, donde Miguel Delibes demuestra su extraordinaria capacidad para extraer de la vida diaria los más puros resortes del arte.

Miguel Delibes

(Valladolid, 1920 - Valladolid,  2010).  Doctor en Derecho y catedrático de Historia del Comercio; periodista y, durante años, director del diario El Norte de Castilla.

Su sostenida labor como novelista se inicia dentro de una concepción tradicional con La sombra del ciprés es alargada, que obtiene el Premio Nadal en 1948. Publica posteriormente Aún es de día (1949), El camino (1950), Mi idolatrado hijo Sisí (1953), La hoja roja (1959) y Las ratas (1962), entre otras obras. En 1966 publica Cinco horas con Mario y en 1975 Las guerras de nuestros antepasados; ambas son adaptadas al teatro en 1979 y 1990, respectivamente. Los santos inocentes ve la luz en 1981 (y es posteriormente llevada al cine por Mario Camus); más adelante publica Señora de rojo sobre fondo gris (1991) y Coto de caza (1992), entre otras.


Su producción revela una clara fidelidad a su entorno, a Valladolid y al campo castellano, y entraña la observación directa de tipos y situaciones desde la óptica de un católico liberal. La visión crítica -que aumenta progresivamente a medida que avanza su carrera- alude sobre todo a los excesos y violencias de la vida urbana. Entre los motivos de su obra destaca la perspectiva irónica frente a la pequeña burguesía, la denuncia de las injusticias sociales, la rememoración de la infancia (por ejemplo en El príncipe destronado, de 1973) y la representación de los hábitos y el habla propia del mundo rural, muchos de cuyos términos y expresiones recupera para la literatura. Delibes es también autor de los cuentos de La mortaja (1970), de la novela corta El tesoro (1985) y de textos autobiográficos como Un año de mi vida (1972). En 1998 publica El hereje, una de sus obras más importantes de los últimos tiempos.

1 comentario:

  1. Delibes nos muestra al señor Eloy, recién cesado del trabajo a sus setenta años y con una mísera jubilación. Eloy se da cuenta de que no encaja entre sus antiguos compañeros o jefes, y sintiéndose solo, e inútil, se acerca a la muchacha de servicio; una joven ignorante y poco atractiva, pero cariños y honesta: en sus conversaciones le va contando su vida que empezó con la desgracia de perder a su padre, y se convirtió en algo banal y triste. Desi por su parte, le informa de la suya en el pueblo, mostrándole los prejuicios y aberraciones existentes, a causa de una cultura cerrada.
    El relato se convierte en algo cercano y entrañable, con las vivencias no exentas de dramatismo, pero infinitamente humanas.

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