30 de enero de 2018

Memorias de un solterón

Memorias de un solterón

Desde el punto de vista personal, Emilia Pardo Bazán ha llegado a su madurez cuando escribe «Memorias de un solterón». En 1896, fecha de publicación de la novela, doña Emilia es una mujer totalmente independiente, dedicada en cuerpo y alma a la literatura. Está decidida a afrontar las experiencias que le depare el destino guiada exclusivamente por su propio criterio y conciencia. «Memorias de un solterón» pertenece a una nueva etapa literaria que los críticos distinguen después de la aparición de sus novelas más claramente naturalistas. 

La autora idea un plan novelístico similar al que Balzac, Zola o Galdós han llevado a la práctica. En su caso, las novelas se centran en la descripción y análisis de las relaciones entre hombre y mujer, y en la institución legal que las regula: el matrimonio. A través de los personajes femeninos de «Memorias de un solterón», doña Emilia da entrada a sus ideas sobre la situación de la mujer en su época, ya desenhebradas en multitud de ensayos publicados, analizando especialmente la problemática de las jóvenes que pertenecen a la llamada clase media.

Emilia Pardo Bazán

(La Coruña, 1851- Madrid, 1921). Hija de una familia aristocrática, desde muy niña demostró una gran afición por la lectura y empezó a escribir con gran precocidad. En 1868 se casó y se fue a vivir a Madrid. Viajó mucho por Europa y dio conferencias en París. Siempre se mantuvo atenta a las novedades literarias europeas. En 1881, Pardo Bazán publica Un viaje de novios , en la que aparecen ya las descripciones minuciosas y las observaciones fisiológicas típicas del Naturalismo. También está escrita siguiendo la técnica naturalista La tribuna (1882), obra de tema político-social en la que se narra la trayectoria de Amparo, trabajadora de la fábrica de tabaco de Marinada (La Coruña). Es igualmente naturalista Los pazos de Ulloa (1886), la novela más importante de Emilia Pardo Bazán. Ambientada en una de las zonas rurales más atrasadas de Galicia, se centra en el choque de unos personajes sensibles, educados en la ciudad, con otros personajes, representativos del ambiente degradado y brutal que reina en una aldea.

Pardo Bazán sostuvo una relación con Galdós, de la que se ha conservado la correspondencia amorosa. Fue una mujer independiente, excepcional en la España de su época y precursora de las ideas feministas actuales. La escritora siempre encontró serios obstáculos para lograr el reconocimiento de los ambientes intelectuales, reacios a admitir mujeres. Tuvo que esperar hasta 1916 para ser nombrada catedrática de Literatura, venciendo la oposición de los profesores de la Universidad Central de Madrid. No logró, sin embargo, ser admitida en a Real Academia Española.



Otra vuelta de tuerca

Otra vuelta de tuerca

Otra vuelta de tuerca está considerada la historia de fantasmas por antonomasia y un hito insoslayable en la historia de la literatura universal.
Henry James consigue trazar una imponente novela de suspense en la que lo natural y lo fantasmagórico se confunden en el misterio. Protagonizada por una joven institutriz al cuidado de dos niños en una mansión victoriana, a lo largo de la narración intervienen presencias y personajes tal vez sobrenaturales. La anterior institutriz y el sirviente murieron en extrañas circunstancias. ¿Cuál es el secreto que se oculta entre los muros de la mansión?

 ¿Qué puede hacer una institutriz, sola en un aislado caserón, para proteger a sus dos pupilos del lento acoso de los fantasmas? Nos hallamos ante uno de los mejores argumentos de la literatura moderna. Se ha dicho que encierra un aviso de la presencia del Mal más allá de toda imaginación, una refinadísima historia sobre los inconvenientes de la bondad, una metáfora de la escritura. Tal vez las interpretaciones sean infinitas. 

Henry James

(Nueva York, 1843 - Londres, 1916). Estudió en Nueva York, Londres, París y Ginebra, y en 1875 se estableció en Inglaterra. A los veinte años comenzó a publicar cuentos y artículos en revistas de su país. En sus primeras obras manifestó la influencia de la cultura europea, como en las escritas entre 1875 y 1881: Roderick Hudson (1876), El americano (1877), Daisy Miller (1879) y Retrato de una dama (1881). Esta última, sin duda una de sus obras maestras, es un análisis de los norteamericanos expatriados en Europa. 

Su narrativa en general se caracteriza por el ritmo lento y la descripción sutil de los personajes, más que por los propios acontecimientos, como en Los papeles de Aspern (1888) y Otra vuelta de tuerca (1898), que es para muchos la culminación de su obra. En la novela los hechos nunca asumen la gravedad esperada, rasgo propio del autor, que va dilatando la verdad por medio de una prosa morosa, revelando oblicuamente los motivos y conductas de sus personajes, con diálogos y observaciones minuciosas, técnica que siguió empleando en sus últimas creaciones: Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904).

17 de enero de 2018

Una madre

Una madre


Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.


Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera… Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.

Alejandro Palomas

Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) se licenció en Filología inglesa en la Universidad de Barcelona y obtuvo un máster en Poesía en el New College de San Francisco. Ha colaborado en diversos periódicos y publicaciones y ha traducido a autores como Katherine Mansfield, Gertrude Stein, Willa Cather o Jack London, entre otros.

Es autor del guión cinematográfico Ojos de invierno, basado en su novela Tanta vida (2008) y cuyos derechos han sido adquiridos por Filmax. En 2002 fue elegido Nuevo Talento FNAC por su novela El tiempo del corazón. En 2008 quedó finalista del premio de novela Ciudad de Torrevieja con la obra El Secreto de los Hoffman, llevada al teatro en 2009. En 2011 publicó El tiempo que nos une y El cel que ens queda. Ese mismo año fue finalista del Premio Primavera de Novela con El alma del mundo. Su obra ha sido traducida a 8 lenguas. En 2013 publica el libro de poesía Entre el ruido y la vida, en 2014 la novela Una madre y en 2015 Un hijo. Su novela más reciente es Un perro (2016) , y también a finales de 2016, publicó Las dos orillas, su primer libro ilustrado.

El lenguaje de las fuentes

El lenguaje de las fuentes

San José, ya viejo, recuerda su vida, su historia normal, no divina. Es muy poco lo que sabemos de José, un hombre sin voz que transita de manera incierta y marginal por los Evangelios. Hacían falta el talento y la sensibilidad de un escritor como Gustavo Martín Garzo para que José cobrara vida y nos contara su historia de amor con María, una mujer que lo lleva a aceptar su destino de padre putativo sin preguntas ni reproches. Garzo dignifica al hombre que hay detrás de la leyenda mostrándolo en los últimos días de su larga vida, cuando ha llegado el momento de echar cuentas con el pasado y la pasión es poco más que un recuerdo. Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948) es uno de los autores más representativos de la narrativa española actual. La luminosidad de su prosa y los personajes cargados de emoción son elementos fundamentales de su producción literaria, ampliamente elogiada por la crítica.


Gustavo Martín Garzo

Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948) es Licenciado en Filosofía y Letras en la especialidad de Psicología, y fundador de las revistas literarias Un ángel más y El signo del gorrión. Ha colaborado con sus artículos en los medios más importantes del país y ha participado en múltiples congresos de literatura. Cuando recibió en 1994 el Premio Nacional de Narrativa por su novela El lenguaje de las fuentes ya gozaba de prestigio en los ambientes profesionales gracias a sus tres novelas anteriores, pero también debido a sus críticas literarias y a su vinculación con la revista Un ángel más. Sin embargo, Martín Garzo se volvió un autor popular en 1999, tras la obtención del Premio Nadal por Las historias de Marta y Fernando. Se confiesa hombre metódico y sin prisas. 

Nunca ha abandonado su ciudad. «Cualquier lugar –ha escrito– contiene el mundo entero, los mismo conflictos, los mismos anhelos. Basta con saber mirarlos.» Ha publicado, entre otras novelas, El lenguaje de las fuentes (1993, Premio Nacional de Narrativa), Marea oculta (1993, Premio Miguel Delibes), El pequeño heredero (1997), Las historias de Marta y Fernando (1999, Premio Nadal), El jardín dorado (2008), Y que se duerma el mar (2012) o La puerta de los pájaros (2014). En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por Tres cuentos de hadas. Sus obras se han traducido al francés, griego, danés, italiano, portugués y alemán.